Este es el momento preciso, para reiniciar mis labores como fotógrafo aficionado y para mostrarles la bella gatita que adopté la semana pasada. Vivía abandonada en la Calera, dormía en un árbol, y unas buenas señoras le daban de comer pero no podían darle dónde dormir. Así que, como yo quería un gatito, la adopté. Ella es Salomé, es muy tierna, dócil, juguetona y por ahora está aprendiendo a llevársela bien con Tony me Beagle de dos años y medio. Salomé debe estar al rededor de los dos o tres meses de edad. Y por el momento está recuperando peso, ya que cuando la adopté estaba muy baja de peso.
También el momento, para invitarlos a todos a adoptar mascotas en lugar de comprarlas. Créeme que hay animales que necesitan un hogar y mucho amor.